Tengo muchos defectos, pero uno de los que más detesto... aparte de mis cachetes de hámster tragón, la panza chelera, la voz de nana Fine, ahhhh ¿en qué iba?... Ah sí, el defecto que más odio y que más presente tengo es: que difícilmente termino lo que empiezo.
Y así he pasado por clases de francés, de baile de salón, teatro, pasta moldeable, natación, manejo, proyectos de repujado, bordado, pintura, dibujo, en fin. Tenía un perrito al que quise mucho, "Chester", me propuse tejerle un suetercito, pues bien; el pobre Chester murió luego de estar conmigo por casi 10 años y yo no terminé jamás su suéter.
Puede parecer algo bobo, pero si me pesa el no haber podido terminar algo tan sencillo. Este defecto me afecta en otros aspectos también, soy la clásica "llamarada de petate" que la primera semana de Yoga es la más motivada y a las 2 semanas ya arrumbé el tapete.
Hace tiempo empece con proyectos de scrapbook y detallitos así para regalar a mis amigos, terminé todos los miniproyectos que había empezado, lo que me motivo a seguir.
Ahora estoy muy emocionada con la tejedera, ya aprendí en ganchillo e hice unos mitones (guantes sin dedos), le hice una bufandita a mi perrita Ginger, la cual odió obviamente pero me sirvió de práctica, y ahora haré bufandas y gorros para regalar a mis amigos.
Podría parecer algo simple, pero he decidido comenzar a terminar (se lee muy cajeta) todo lo que empiece... Incluso terminaré de comerme todos los cereales que tengo en casa y que siempre que llevo media caja compro otra, terminaré de usar la crema corporal que compre -tengo como 20 botellas de diferentes marcas, olores y propósitos-, usaré hasta el final los lapiceros, gomas y todo lo que tengo guardado y que dejo de usar a la mitad.
Decidí comenzar inmediatamente y no hasta enero del 2013 como uno de mis propósitos de año nuevo, esta vez quise hacerlo diferente.
Ya les iré presumiendo mis proyectos terminados. Quien quite y sean de los suertudos en recibir una de mis bufandas jiji...