Ayer todo el día estuvo triste Morris, no quiso beber leche ni siquiera se movió cuando le hice señas para q se acostara sobre mis piernas, todo el día lo estuve consintiendo y rogándole para q comiera algo. Nada.
En la tarde sólo tomó un poco de leche, se veía muy triste, apenas se movía, respiraba muy despacito.
En la noche q mi papá fue a recoger a mi mamá q llegaba de Puebla y yo me quedé con el, lo estuve acariciando y llorando con él, de pronto se levantó y se salió al jardín, yo me fui detrás de el xq como estaba muy débil iba tambaléandose. En el jardín vomitó otra vez como sangre, hacía muy feo, su pancita se movía terrible y su mirada no me agradó mucho, después de vomitar se quedó echadito sobre el pasto.
Me acerqué a él y me solté llorando, lo acaricie y cuando lo cargué soltó un maullido horrible q jamás olvidaré, era de dolor, de tristeza no sé!, lo cargué y me lo llevé adentro, lo acosté y estaba como desmayado, seguí acariciándolo y diciéndole lo mucho q lo kería y no paraba de llorar.
Cuando llegaron mis papás hablaron con la veterinaria para llevárselo, sólo lo enredamos en su cobijita favorita, ni siquiera tuvimos q meterlo a la transportadora, esta vez no se asustó ni nada, solo maullaba con mucho dolor.
El camino a la veterinaria se me hizo eterno, al fin llegamos y nos pasó a su consultorio, nos dijo q estaba bien, q seguro vomitaba sangre por su problema de la boca, pero le dije q no, q ya olía mal y q vomitaba mucho aún sin tener nada en la pancita, entonces me dijo q tal vez era el hígado. Nos dijo q con un suero y varios medicamentos se podría mejorar, pero de todos modos poco a poco iban a salir más problemas xq ya era un gatito grande.
Sin pensarlo le dije q yo no quería verlo así más y q hiciera lo q tenía q hacer, mi papá me apoyo y mi mamá nos miró bien feo. Nos despedimos de el, nunca podré olvidar sus ojitos azules mirándome, le dije q lo kería y nos salimos, la dra nos dijo q regresaramos en media hora. Como vivimos lejos del centro, nos quedamos dentro del coche a esperar, fueron los minutos más largos q he pasado dentro de un auto esperando.
Mi mamá no paraba de llorar xq esta semana casi no paso tiempo con el por estar en Puebla, mi papá lloraba en silencio, no decía ni una sola palabra y yo, estaba en una especie de trance, las lágrimas se me salían sin q yo hiciera nada, me dolía muchísimo el pecho y tenía las manos dormidas y un dolor espantoso en la panza.
Después de un rato llegó el mensaje con el q la dra nos avisaría que ya estaba "listo", cuando oí el sonido del celular de mi papá sentí escalofríos, cuando me baje del coche me caí en la banqueta xq estaba super mareada, mi papá ni me ayudo a levantarme, estaba super mal el pobre.
Al entrar al consultorio me solté a llorar, mi mamá no me dejaba pasar y le grité super fuerte que se quitara, ella se enojó y le dijo a mi papá q me viera como estaba y el sólo le dijo "déjala"... tomé entre mis brazos a morris con todo y su cobijita, se veía tan frágil, me acordé mucho de ese día q fui por el a casa de mi amigo, sus hermanitos estaban jugueteando y el era el único acostadito, por la posición pensé q estaría muerto, pero al moverlo me maullo y me miró con sus ojillos azules.
Salimos de la veterinaria y me fui todo el camino llorando y abrazando a mi Morris, llegamos en la casa y me quedé sentada en la sala con el en mis brazos mientras mi papá preparaba todo para enterrarlo en el jardín.
Luego de un rato entró mi papá... metimos a Morris en una cajita con todo y su cobijita, nos despedimos de el y lo enterramos.
Morris ha sido el gatito q más años ha estado conmigo, como les dije ayer pasó muchas cosas conmigo, y no sólo conmigo también con mis papás, incluso recientemente con mi prima.
Hoy desperté con los ojos super hinchados, parezco de esos peces japoneses, todo me recuerda a el, los lugares en los q se acostaba, encontré su pelotita favorita. A cada rato lo recuerdo y me pongo a llorar por el, ayer tenía muchas ganas de hablar con alguien, pero ni siquiera podía hablar sin llorar.
Creo q jamás superaremos esto pero al menos espero q cada día duela menos su recuerdo.
MORRIS... TE QUIERO Y JAMÁS PODRÉ OLVIDARTE.